Especialidades - Cirugía Oncológica de Cabeza y Cuello - Tumores de Glándulas Salivales
          
      Cada año  aparecen entre 0,4 y 13,5 tumores de glándulas salivales por cada 100.000  habitantes.
Son más  frecuentes entre la 3ª y la 4ª década de la vida. La mayoría aparecen en la  glándula parótida (80%), y el resto en la submaxilar (10-15%) y las glándulas  salivales menores (5-10%). Son muy raros en la glándula sublingual.
En general,  los tumores benignos de glándulas salivales son más frecuentes que los  malignos. El 80% de los tumores que aparecen en la parótida y el 50% de la  submaxilar son benignos; sin embargo, si el tumor aparece en una glándula  salival menor la posibilidad de que sea maligno es del 80% de los casos.
            
      
Tumores  Benignos
        ¿Cuales son  los síntomas de los tumores benignos?
        Típicamente  aparecen como un nódulo de crecimiento lentamente progresivo, indoloro y  asintomático. No tienen signos inflamatorios externos (no hay calor ni  enrojecimiento), y son de consistencia elástica a la palpación.
        A medida que  van creciendo van empujando los tejidos vecinos y las ramas del nervio facial,  pero sin infiltrarlos. Todos ellos requieren un control riguroso y su  extirpación quirúrgica temprana, ya que cuanto mayor sea su tamaño mayor será  la dificultad para resecarlos sin lesionar el nervio facial.
¿Cuales son  los tumores benignos mas frecuentes?
        Adenoma  Pleomorfo o Tumor Mixto:
        Es el tumor  benigno más frecuente de glándulas salivales (50-70% del total). La mayoría de  ellos (60-70%) crece en la glándula parótida. Es un tumor redondeado y de  crecimiento lento. Si se les deja crecer durante un periodo de tiempo  prolongado, pueden volverse malignos entre un 2-9% de casos (carcinoma  ex-pleomorfo); en estos casos, el tumor se vuelve muy destructivo y con una  tasa de curación bastante pobre, por lo que se recomienda siempre extirpar un  Adenoma Pleomorfo incluso si su tamaño es pequeño .
        
        Cistoadenolinfoma  o Tumor de Warthin:
        Es el segundo  tumor más frecuente (aproximadamente un 5-10% de los tumores de parótida). Es  de crecimiento lento y asintomático, y hasta un 12% pueden ser multifocales de  forma sincrónica (al mismo tiempo) o metacrónica (al cabo de meses o años).
        
        Otros tumores  benignos menos frecuentes:
        Oncocitoma o Adenoma Oncocítico  (1%)
        Cistadenoma (2%)
        Adenoma de Células Basales
        Adenoma Canalicular
        Mioepiteloma
        Adenoma Sebáceo
        Linfadenoma Sebáceo
        Papilomas
¿Cual es  tratamiento de los tumores benignos?
      El  tratamiento de los tumores benignos de Glándulas Salivales es siempre  quirúrgico.
Glándula  Submaxilar
      Si el tumor  se asienta en la glándula submaxilar o sublingual se practicará la extirpación  de toda la glándula (Submaxilectomía). 


Tumores  Malignos
        Los tumores  malignos suponen alrededor del 15% de todos los tumores de las glándulas  salivales.
        
        Hay muchos  tipos, dependiendo del tejido en el que se originan:
         Carcinoma Mucoepidermoide (35%)
        Carcinoma ex-tumor pleomorfo  (5-20%)
        Adenocarcinoma (10-20%)
        Carcinoma Adenoide Quístico (6-15%)
        Carcinoma Epidermoide (1-5%)
¿Cuales son  los síntomas de los tumores malignos?
        La forma de  presentación más frecuente de los tumores malignos de glándulas salivales  mayores es, como en los benignos, la aparición de un bulto indoloro que va  creciendo, en estos casos a una velocidad que puede ser variable.
        A diferencia  de los benignos, cuando el tumor es maligno puede hacerse doloroso, endurecerse  progresivamente, adherirse a la piel, e incluso producir parálisis de alguna de  las ramas del nervio facial.
        
        ¿Cómo se  diagnostican los tumores malignos?
        El  diagnóstico de sospecha aparece ante la presencia de un nódulo duro y fijo a  los planos adyacentes, y más todavía si es doloroso.
        Para  confirmarlo, se realiza una biopsia mediante Punción Aspiración con Aguja Fina  (PAAF), generalmente guiada bajo ecografía, que puede llevar al patólogo al  diagnóstico sin diseminar el tumor y sin lesionar las ramas del facial. La  biopsia abierta está contraindicada porque sí existe el riesgo de producir una  parálisis facial por lesión de una rama. 
        En caso de  ser necesarios pueden solicitarse una Resonancia Magnética Nuclear (RMN) con  contraste para determinar el tamaño y localización del tumor, y a veces otros  estudios como TAC o PET en función de la extensión y el tipo de tumor,  incluyendo el cuello para descartar la existencia de metástasis ganglionares a  ese nivel.
        
        ¿Cual es el tratamiento  de los tumores malignos?
        Una vez hecha  la estadificación del tumor, que dependerá de su tamaño, de la afectación de  los tejidos de alrededor y de la afectación de los ganglios linfáticos del  cuello, se decidirá el tratamiento más adecuado.
Tratamiento  Quirúrgico
        En general,  el tratamiento es quirúrgico: Extirpación completa del tumor mediante  extracción de la glándula (Submaxilectomía o Parotidectomía Total con  conservación del nervio facial), asociada o no a un vaciamiento ganglionar  funcional cervical en función del tipo de tumor.
Radioterapia
        Además y  dependiendo del resultado del estudio patológico de los tejidos, el tipo de  tumor y del grado de agresividad, puede ser necesario completar el tratamiento  con radioterapia complementaria. En general, la quimioterapia en estos  pacientes es de poca utilidad.
Quimioterapia
        La  quimioterapia no es un tratamiento muy utilizado para los tumores malignos  de glándulas salivales. Algunas veces pude  emplearse en pacientes en las que la enfermedad se ha diseminado a otros  órganos a distancia, o si el tumor no ha podido ser controlado con cirugía o  radioterapia. La quimioterapia en estos tumores es un tratamiento encaminado a  enlentecer el curso de la enfermedad, pero no puede llegar a curarlos.
¿Cuales son  los tumores malignos mas frecuentes?
        Carcinoma  Mucoepidermoide
        Es el tumor  maligno más frecuente  de la Glándula  Parótida.
        Puede ser de  Bajo Grado de Malignidad, que tiene un crecimiento lento y es relativamente  menos agresivo, lo que le hace más fácilmente tratable mediante una extirpación  completa.
        La variante  de Alto Grado es mucho más agresiva y requiere tratamiento inmediato mediante  extirpación completa con un adecuado margen de seguridad del tejido sano  circundante; si es posible preservar las ramas del nervio facial se hará, pero  es fundamental resecar todo el tumor incluso si para ello es necesario  sacrificar alguna de las ramas del nervio. La mayoría requieren completar el  tratamiento con radioterapia post-operatoria.
        
        Carcinoma de  Células Acinares o Carcinoma Oncocítico
        Es el único  tumor salival maligno que puede aparecer de forma bilateral. 
        Suele ser  menos agresivo que otros tumores salivales, con escasa tendencia a la  diseminación a distancia, por lo que si se le diagnostica temprano y se extirpa  completamente hay grandes posibilidades de curación.
        
        Carcinoma  Adenoide Quístico
        Es el cáncer  que aparece con más frecuencia en las glándulas Submaxilar, Sublingual y en las  Glándulas Salivales Menores.
        Es un cáncer  agresivo con una incidencia relativamente alta de recurrencia tras el  tratamiento (reaparición del tumor), y una alta probabilidad de metástasis a  distancia, sobre todo por vía hematógena (a través de la sangre), con  diseminación a través de los ganglios linfáticos en sólo un 5-10% de los casos.  Tiene, además, el potencial de extenderse también a través de los nervios  (invasión peri-neural). El órgano donde ocurren las metástasis con mayor  frecuencia es el Pulmón.
        
        Por lo tanto,  si se consigue diagnosticarlo antes de que se haya diseminado, es absolutamente  fundamental tratarlo de forma muy agresiva, para intentar disminuir las  posibilidades de recurrencia.
        La cirugía es  el tratamiento de elección en todos los casos, salvo en los tumores muy  avanzados o si el mal estado general del paciente no permite operarlo.

