Especialidades - Glándulas Salivales - Litiasis Salival
Las Litiasis salivales (cálculos salivales) consisten en la formación de pequeñas piedras en los conductos de drenaje de las glándulas salivales mayores (parótida, submaxilar y sublingual), lo que produce una obstrucción parcial o total al flujo de saliva hacia la boca.
La Glándula Submaxilar produce la mayoría de la saliva y es el sitio más frecuente de formación de cálculos salivales.
Las Litiasis (cálculos) se forman cuando disminuye la concentración de agua en la saliva y los componentes de la misma precipitan. Esto suele ocurrir fundamentalmente tras deshidrataciones agudas, pero algunos medicamentos (especialmente diuréticos) y ciertas enfermedades autoinmunes (síndromes de Sjogren, Sicca o Lupus) también predisponen a la formación de cálculos dentro de los conductos salivales.
Síntomas
Cólico salival:
Una obstrucción parcial puede producir inflamación y dolor, que empeoran con las comidas, porque se produce un aumento en la producción de saliva (estímulo) para ayudar en la deglución de los alimentos.
Este cuadro se denomina Cólico salival.
Sialoadenitis
Si se produce una obstrucción completa, la glándula aumenta más de tamaño y se vuelve dolorosa a la palpación, incluso puede aparecer fiebre por sobreinfección bacteriana de la glándula (sialoadenitis aguda bacteriana).
Tanto en el cólico como en la sialoadenitis, el dolor y la inflamación se producen, lógicamente, en la zona de la glándula afectada: las Parótidas están entre la oreja y el ángulo de la mandíbula, la submaxilares por dentro del borde inferior de la rama horizontal de la mandíbula, y las sublinguales bajo la lengua, en el suelo de la boca.
Diagnóstico
El diagnóstico se realiza habitualmente basado en la sintomatología y la exploración física del paciente. Muchas veces, los cálculos pueden ser palpables si se encuentran a lo largo de los conductos de Wharton (Glándula Submaxilar ) o de Stenon (Glándula Parótida).
En ocasiones, cuando el cálculo es radio-opaco, pueden apreciarse en una radiografía simple, Ecografía o en una TAC. Si son radio-transparentes, se pueden ver mediante una resonancia magnética (RNM) o una sialografía (inyección de contraste por el conducto).
Tratamiento
Todos los tratamientos se centran en extirpar los cálculos y prevenir su formación.
Cuando las cálculos son pequeñas y están cerca del orificio de salida, a veces se pueden expulsar simplemente mediante presión manual. La mayoría de los cálculos, sin embargo, van a necesitar una pequeña incisión en el conducto, bajo anestesia local, para poder ser extirpados. Otra opción es utilizar un endoscopio. Una vez retirada la piedra, hay que masajear la glándula para que salga toda la saliva espesa acumulada por detrás.
Si no se ha podido extirpar la piedra por ninguno de estos métodos, la solución final es la extirpación quirúrgica de toda la glándula y el conducto.
Para prevenir la formación de cálculos, es recomendable beber agua abundante (por lo menos 8 vasos al día) y hacer revisar su medicación para asegurarse que no es la responsable del espesamiento de su saliva.
Algunas veces, los cálculos pueden lesionar el conducto y producir un estrechamiento cicatricial del mismo, lo que somete a la glándula a un aumento crónico de presión por el acúmulo de saliva y a infecciones de repetición. Estos casos se pueden tratar mediante antibióticos, masajes, hidratación y estimulantes de la saliva, pero si no son eficaces habrá que terminar extirpando la glándula y el conducto.